La diversidad se transforma en una ventaja cuando se entiende y valora la diferencia y las personas se enfocan en ser versátiles en sus relaciones y en ofrecer un espacio en el que todas las voces del equipo sean escuchadas.
Esto, sin embargo, no es lo común. La diversidad como concepto suele ser aceptada y entendida como una ventaja fundamental en los grupos o equipos de trabajo, sí. A nadie se le escapa que tener diferentes habilidades complementa y enriquece al equipo. Pero cuando la diversidad va más allá de las diferentes habilidades y competencias de cada miembro del equipo y se traduce en diferentes perspectivas, en diferentes formas de estar y de comunicar, en llegar a conclusiones y tomar decisiones basados en criterios diferentes al nuestro, aquí la diversidad se convierte en un quebradero de cabeza.
Para entender y abrazar la diversidad en toda su dimensión y riqueza lo primero que podemos hacer es tomar consciencia de qué nos hace diferentes, de qué me hace a mi diferente a los demás. He comprobado que este tipo de frases son sumamente peligrosas ya que solemos dar por supuesto que entenderlas supone llevar a cabo y ser conscientes de su contenido y significado. Es obvio que somos diferentes, lo que no es tan obvio es que sepamos realmente en qué y menos aún porqué, el patrón al que obedece esa diferencia.
Profundizar en nuestro autoconocimiento nos permitirá entender, aceptar y valorar la diferencia en los demás. Solo desde nuestro propio autoconocimiento podemos conocer a los demás, respetarlos y valorarlos.
Cuando un equipo se abre al autoconocimiento, cuando los miembros del equipo se desprenden de sus armaduras y corazas, cuando vencen al miedo y reciben la vulnerabilidad como aliada, en ese mágico momento todo se transforma, las relaciones se vuelven más saludables y todas las personas se sienten comprendidas y vistas en todo su potencial.
Valorar y celebrar la diversidad es plenamente incompatible con comportamientos tóxicos como la culpabilización, la utilización frecuente del sarcasmo y la ironía, las actitudes defensivas y el distanciamiento. Trabajar en la diversidad es generar relaciones saludables y no tóxicas, uno de los pilares de la edificación de los equipos excelentes.
¿DESDE DÓNDE ENFOCAR LA DIVERSIDAD?
En Develor nos enfocamos en 4 aspectos a tener en cuenta si queremos abordar la diversidad como ventaja:
1.- Preferencias de actitud y en la comunicación y en la toma de decisiones
2.- Etapas de desarrollo de la consciencia: capacidad de ver diferentes perspectivas; autonomía y asunción de responsabilidad
3.- Diferencias generacionales: Babyboomers, Xers y Millenials
4.- Multiculturalidad: dimensiones interculturales
Los aspectos 3 y 4 pueden ser más específicos de determinados equipos y organizaciones. En Develor tenemos experiencia trabajando la comunicación intercultural con empresas en las que trabajan personas de más de 20 nacionalidades diferentes.
Son los primeros dos aspectos los que coexisten en todas las organizaciones, en todos los equipos. Son estos aspectos los que más cuidado y atención necesitan si queremos avanzar en la cohesión y el rendimiento del equipo mediante la aceptación de la diversidad como ventaja competitiva.
¿Es la diversidad de tu equipo una ventaja competitiva?
En Develor creemos en las relaciones saludables y en la transformación de los equipos, las organizaciones y la sociedad através de ellas. Descubre nuestra idea sobre la experiencia del miembro del equipo a través de nuestro programa THE EXPERIENTIAL TEAM en info.spain@develor.com
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